En nuestro día a día, las personas nos tenemos que enfrentar a múltiples situaciones que aumentan nuestra tensión tanto física como mental; por ejemplo, una revisión médica, una discusión o un conflicto en el trabajo. En estas ocasiones podemos sentirnos desbordados/as ya que no sabemos cómo combatir ese malestar.
Si alguna vez has notado este estado de tensión en tu cuerpo durante una situación estresante sabrás lo desagradable que es, y probablemente habrás querido reducirlo. Cuando esto nos ocurre… ¿qué podríamos hacer para relajarnos?
Nosotras os proponemos dos actividades que hemos estado trabajando durante este taller:
- Respiración diafragmática o profunda: es el ejercicio más simple y rápido para relajarse. Consiste en coger aire por la nariz inflando el abdomen, en lugar de los pulmones (como solemos hacer) y expulsar el aire por la boca. Os aconsejamos que coloquéis una mano en el vientre y otra en el pecho para que os resulte más fácil inflar el abdomen, ya que veréis cómo se eleva.
- Relajación muscular progresiva de Jacobson: una técnica centrada en los músculos para relajar todo el cuerpo. Consiste en 3 fases: la tensión-distensión de los diferentes grupos musculares (cara, cuello, hombros, brazos, piernas y abdomen), después el repaso mental para comprobar que todas las partes del cuerpo están relajadas, y por último, la relajación mental para pensar algo agradable que sea relajante.
En Alusamen hemos estado entrenando este año y ya somos unos/as expertos/as de la relajación.
¡Prueba tú también a practicar en tu día a día estos ejercicios que te proponemos!
Las monitoras que hemos llevado a cabo este taller somos Beatriz e Irene, estudiantes de Psicología en la Universidad Complutense.