Siempre aprendiendo, siempre creando, siempre compartiendo, siempre dependiendo, siempre construyendo, siempre leyendo.
Es un momento, una hora de emoción, un lugar de encuentro para que nuestras cabezas se olviden de la enfermedad a través de la escritura. Es una herramienta de expresión, para plasmar sobre el papel nuestros propios sentimientos, inquietudes y anhelos. Y superar así las contradicciones.
Es un lugar donde damos rienda suelta a nuestra imaginación y sueños: donde nuestra creatividad es espontánea y libre.
Una reunión de personas exquisitamente extrañas que no te encontrarás en ningún otro lugar. Una hora de culturas innatas pero con un denominador común: nuestro interés para la escritura. La escritura individual toma forma en grupo y crea temas interesantes; sin grandes miras, sino gozar. Gozar de nuestros propios textos y de nuestra compañía.
Encontramos una salida a nuestros problemas del día a día, un consuelo para el malestar cotidiano y una válvula de escape a nuestras dificultades: superar la dificultad del folio en blanco, del pudor de compartir nuestra intimidad, todo eso a través del método y de la disciplina.
Acabamos con la satisfacción del trabajo bien hecho y salimos renovados, con buen sabor de boca.
Sobre los/as autores/as:
Un grupo de personas exquisitamente extrañas…somos los y las participantes del taller de Creación Literaria de Alusamen. Llegamos aquí para compartir nuestras experiencias con los y las demás compañeros/as, utilizar nuestros lapices para comprendernos más; sin juzgarnos, sino acompañándonos. Estamos en movimiento, pero nos quedamos con esta experiencia que es crear escribiendo.