En este taller trabajamos la Inteligencia emocional, es decir, la capacidad para detectar, comprender y manejar las emociones, propias y de los demás.
Como particularidad, este taller se realizó con actividades artísticas. Se sabe que la arteterapia mejora la autoestima, la motricidad final, la atención y ayuda a desarrollar la creatividad. Además, en relación a las emociones, aporta una vía de comunicación.
En nuestro taller, en primer lugar, hicimos una actividad de localización emocional. Debíamos situar en una silueta de cuerpo humano dónde solemos sentir las emociones principales (miedo, alegría, ira, tristeza y asco). Ponerle conciencia a las sensaciones que las emociones nos hacen experimentar nos ayuda a identificarlas más fácilmente.
Después hicimos una tarea sobre detección y expresión emocional empleando únicamente el tono de nuestra voz al leer una frase. Así, en grupo, uno de los participantes leía una frase como si estuviese sintiendo una emoción concreta que el resto desconocía, y los demás compañeros debía adivinar que emoción estaba simulando experimentar escuchando solo la voz. Estos ejercicios nos ayudan a apreciar las claves, en este caso sonoras, típicas de cada emoción, que nos sirven para reconocerlas en los demás.
Por último, realizamos una actividad sobre expresión emocional. Mediante el uso de acuarelas, cada usuario escogió dos o tres emociones y las plasmó en un papel de la forma en que cada uno la experimenta o la concibe.
Esta es una forma diferente y entretenida de trabajar las emociones, además de otras cuestiones importantes que ya hemos comentado anteriormente, como la atención o la autoestima.
Sobre la autora:
Mi nombre es Judit y actualmente estoy finalizando mis estudios en el grado de Psicología en la Universidad Complutense de Madrid. Dentro de la psicología me interesa la actuación psicológica con colectivos en riesgo de exclusión social.