Lo que intentamos crear en los grupos de ayuda mutuo es un espacio donde los usuarios y las usuarias tengan un momento para expresar lo que necesiten, sean escuchados por sus compañeros y compañeras y reciban un feedback de experiencias similares.
El hecho de compartir su situación y darse cuenta de la existencia de otras personas en una situación parecida, les viene muy bien para reducir el autoestigma provocado por su diagnóstico. A medida que el taller se desarrolla, se van entrenando aledañamente habilidades sociales tales como la asertividad y la empatía, así como la escucha activa.
El beneficio de este taller no es exclusivamente de las personas asistentes, puesto que los monitores y las monitoras también adquieren experiencia como mediadores. Cabe destacar que en los talleres, las personas asistentes, junto con la ayuda de los/as monitores/as, establecimos una serie de normas para asegurar el respeto y las buenas prácticas siempre y en todo momento, haciéndoles demás también de esta forma partícipes de la organización del taller y de la toma de decisiones, lo cual es clave para un buen enganche.
La dinámica del grupo suele consistir en que la persona que sienta la necesidad de hacerlo, tome la palabra y exponga lo que considere, ya sea bueno o malo, con el objetivo de expresarse y, secundariamente, poder nutrirse de las experiencias similares de sus compañeros.
Sobre los/as autores/as:
– Javier Sánchez Sánchez
Estudiante de psicología, cursando el itinerario de psicología clínica en la Universidad Complutense de Madrid, actualmente realizando las prácticas en ALUSAMEN. La razón que le motiva a realizar las prácticas en dicha asociación es la de ayudar en el proceso de recuperación psicológica y cognitiva a los usuarios de la misma.
– Zhou-li Chatry Marlasca
Estudiante de psicología, cursando el itinerario de psicología clínica en el Colegio Universitario Cardenal Cisneros, y actualmente realizando las prácticas en ALUSAMEN.