Practica todas las técnicas por brazos y piernas, u otras zonas del cuerpo para relajarlas:
- Roce: consiste en deslizar la mano o dedos sobre la piel de forma suave.
- Fricción: consiste en movimientos circulares, breves y precisos, presionando la zona a tratar.
- Percusión: son pequeños golpes ligeros a un ritmo rápido sobre el cuerpo.
- Amasamiento: esta técnica exige fuerza e intensidad de las manos. Consiste en coger, deslizar y levantar los tejidos musculares, realizando al mismo tiempo una presión y un estiramiento. Es conveniente usa crema o aceite.
- Compresión: en esta técnica no hay desplazamiento de los dedos. Se comprime y presiona la zona o región que se quiere tratar.
- Vibración: durante su aplicación las manos nunca pierden el contacto con la piel. se presiona, variando la intensidad y produciendo movimientos de pequeña oscilación sobre la zona en tratamiento.
Automasajes para la cabeza:
Coloca los pulgares detrás de las orejas y distribuye los dedos por la parte superior de tu cabeza. Mueve el cuero cabelludo hacia atrás y ligeramente adelante, haciendo círculos con los dedos.
Automasaje facial:
Consiste en manipulaciones manuales sobre el cutis con el propósito de activar circulación sanguínea, conservar la elasticidad y firmeza de los tejidos faciales.
Es recomendable el uso de cremas para mejorar el deslizamiento.
Pasos:
- Comienza en el escote. Realiza movimientos hacia arriba únicamente con las yemas de los dedos y ambas manos de forma suave sin ejercer presión.
- En el cuello sigue con los movimientos hacia arriba con las yemas de los dedos, las palmas de tus manos o los nudillos.
- Desliza los dedos sobre tu rostro, siempre hacia arriba. Puedes usar movimientos rectos o circulares.
- Busca el centro de la frente y con la palma de tus manos, masajea hacia fuera, en dirección hacia las sienes.
- Masajea alrededor de los ojos, siguiendo su contorno, da golpes pequeños y ligeros con las yemas de los dedos, en el hueso de la fosa orbital.
- Haz círculos hacia arriba con tus yemas a ambos lados de la nariz.
- Ejerce con tus manos una pequeña presión sobre tu frente.
- Ahora, por último date pequeñas palmadas en el rostro.
Autora:
Beatriz Calvo, estudiante de psicología de la UCM y Monitora del Taller de Relajación en Alusamen por segundo año.