Toca hablar de feminismo, el movimiento social que exige para las mujeres unos derechos que de forma tradicional se han reservado para los hombres. Existen numerosas corrientes feministas, pero hoy nos vamos a centrar en las que defienden la existencia de la interseccionalidad.
La interseccionalidad dice que los modelos de opresión que hay en la sociedad (por ejemplo, el sexismo, el racismo o la homofobia) no actúan sobre los individuos de forma aislada, sino que interactúan. En otras palabras, que una mujer blanca heterosexual no sufre la misma opresión que una mujer negra lesbiana, por ejemplo.
La interseccionalidad está ampliamente defendida desde diversos sectores feministas, sin embargo, un eje de opresión que no está tan visibilizado como los ejemplos que se han nombrado antes, es el cuerdismo. Nos referimos a la discriminación que sufren las personas que poseen una condición mental concreta distinta a la considerada “normal”, en este caso, un trastorno mental. Esto tiene que ver con el estigma social que acompaña a estas personas.
Existe una opresión característica que sufren las mujeres que además tienen algún diagnóstico de trastorno mental. Muchas veces se cuestionan las experiencias de estas mujeres relacionadas con el machismo o se las culpabiliza, no se las escucha, se invalidan sus opiniones o se las trata con superioridad, se ejerce discriminación en el lenguaje cotidiano, (cuando una mujer dice que “no está loca” por reivindicar algo)…
En resumen, tanto si eres mujer como si no, date un minuto para reflexionar sobre estos diferentes ejes de opresión que existen y sobre los que tal vez no te habías percatado, ¿Qué puedes hacer tú para colaborar en la igualdad de todas las personas en todas sus facetas?
Judit Muñoz