No es ningún secreto la gran influencia que los medios de comunicación ejercen sobre las opiniones y los pensamientos que la sociedad elabora individual y colectivamente. Los problemas de salud mental no escapan de esas noticias y esos hechos que se narran desde perspectivas prejuiciosas e ignorantes.
Pero estos medios son también aquellos que gozan del poder y de la capacidad para transmitir información veraz que ayude a luchar contra los prejuicios que tanto dañan a este colectivo.
Las representaciones en televisión y cine sobre ciertos trastornos mentales también son parte de la estigmatización que se quiere erradicar. Personajes relacionados con violencia, asesinatos y crímenes entre muchos otros ejemplos, o “manicomios” como espacios principales en películas de terror.
Por otro lado, se tiende a crear una imagen generalizada para cada tipo de trastorno en el que se amontonan a todas y cada una de las personas que lo sufren, con la expectativa de que cumplan las mismas características, comportamientos y hasta síntomas. Y nada más lejos de la realidad, como cualquier otro ser humano con una plena salud mental, cada individuo es diferente y único, y los trastornos no afectan ni se exteriorizan de la misma manera.
Ejemplo del mal uso del lenguaje y de la información en una noticia:
Hemos recogido algunos consejos para detener la rueda de la violencia mediática y de la estigmatización de la salud mental:
– Permitir que las personas con trastorno mental cuenten sus historias y experiencias, y escucharlas
– Promocionar el cuidado de la salud mental
– Cortar las cadenas de difusión de información falsa o que no se ajuste a la realidad
– Evitar el paternalismo y la compasión al apoyar a personas del colectivo
– Usar imágenes positivas representando personas de forma activa y en sociedad
– Describir sucesos violentos de forma objetiva sin justificarlos con trastornos mentales
– Ofrecer datos contrastados
– No caer en estereotipos y buscar información contrastada
– No hablar de trastornos mentales de forma descontextualizada
Sobre la autora:
- Lidia Alonso Blanco:
Estudiante de 21 años del grado superior de integración social en el IES Barrio de Bilbao. Estoy realizando mis prácticas en ALUSAMEN como monitora de varios talleres.