Participa hoy en la manifestación por el #DíaMundialPrevenciónDelSuicidio 10 de septiembre

Este sábado, 10 de septiembre, asistiremos a la minisfestación por el Día Mundial para la Prevención del Suicidio con una pancarta de la Federación y Asociaciones.

La idea es marchar juntos y juntas desde la puerta de la Biblioteca Nacional  (P.º de Recoletos, 20, 22, 28001 Madrid) a partir de las 19:00

Os dejamos la nota de prensa de la Confederación Salud Mental Madrid:

“Una sociedad que aboca a adolescentes y jóvenes a creer que no hay salida, es una sociedad fallida” 

  • La Confederación lanza una campaña de sensibilización dirigida a adolescentes y jóvenes, madres y padres y personal de centros educativos.

 

  • Según un estudio, en 2021 la ideación suicida entre personas de 15 a 29 años se incrementó un 53%, llegando a ser 9 de cada 100 jóvenes quienes experimentaron ideas de suicidio ‘continuamente o con mucha frecuencia’.

 

  • SALUD MENTAL ESPAÑA que se dote de presupuesto la Estrategia de Salud Mental que contiene una línea específica sobre prevención del suicidio.

 

Con motivo del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, que se celebra el sábado 10 de septiembre, SALUD MENTAL ESPAÑA lanza una campaña de sensibilización con el objetivo de prevenir el suicidio con recomendaciones dirigidas a adolescentes y jóvenes, padres y madres y personal de centros educativos, detallando, además una serie de factores de riesgo que se pueden relacionar con la conducta suicida.

En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio SALUD MENTAL ESPAÑA publicará una serie de infografías que recogen estas recomendaciones que se difundirán bajo el hashtag #ConectaConLaVida, una campaña financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Además, durante los días previos se ha venido haciendo una labor de difusión de materiales con información sobre el suicidio, orientados además a romper con tabús y falsas creencias.

En 2020 se suicidaron en España 3.941 personas, según datos del INE, un 7,4% más que en 2019 y, de ellas, tres de cada cuatro fueron hombres (2.931 personas). Estas cifras hablan de una dramática realidad que sigue en aumento, de manera que las muertes por suicidio casi triplican los fallecimientos por accidente de tráfico. Por cada persona que se suicida, al menos otras seis se ven íntima y profundamente afectadas.

La situación entre la población adolescente y joven ha empeorado: trescientas personas de entre 15 y 29 años decidieron terminar con sus vidas en 2020, y en 2021, según un estudio, la ideación suicida entre personas de 15 a 29 años se incrementó un 53%, llegando a ser 9 de cada 100 jóvenes quienes experimentaron ideas de suicidio ‘continuamente o con mucha frecuencia’, cuando en 2019 esa proporción era del 5,8%.

Algunos factores de riesgo para la conducta suicida en adolescentes y jóvenes son: experimentar abusos, acoso, violencia o discriminación de cualquier naturaleza, el consumo de drogas, tener depresión o algún trastorno mental, el duelo por separación de padres/madres, por cambio de centro educativo, el suicidio de figuras referentes, o carecer de habilidades sociales.

En esta campaña, SALUD MENTAL ESPAÑA traslada la idea de que “Con el suicidio NO hay CTRL+Z, no hay vuelta atrás”, que el suicidio es una medida definitiva ante un problema temporal, algo que debemos hacer entender a las personas desde la infancia.

“Una sociedad que aboca a las personas a creer que no hay salida, es una sociedad fallida. Entre las personas jóvenes, el suicidio ya es la segunda causa de fallecimiento”, alerta Nel González Zapico, presidente de la Confederación SALUD MENTAL ESPAÑA, “es urgente recuperar la dimensión humana de las personas, y tender la mano a quien siente que no puede ya más. Además, necesitamos que se dote de presupuesto la Estrategia de Salud Mental que contiene una línea específica sobre prevención del suicidio y transformar las condiciones de vida (sociales, económicas, de salud…) de las personas para garantizar la preservación de su derecho principal, que es la vida”.

 

Recomendaciones para prevenir el suicidio en adolescentes y jóvenes

Paula Gª Valverde Fonseca, psicóloga del Servicio de Apoyo a la Inserción Laboral de AMAFE, Asociación española de apoyo en psicosis, llama la atención sobre el silencio, el tabú y los mitos alrededor del suicidio y de la salud mental: “No es que no exista de lo que no se habla, sino que de lo que no se habla no se conoce y no se aborda, lo que enquista o agrava el posible sufrimiento presente”, explica.

“Sufrir bullying es un factor de riesgo para el desarrollo de trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, y a su vez constituye un factor de riesgo para la aparición de experiencia suicida”, alerta Paula. “Más peligroso aún es el cyberbullying, pues el acoso no termina al salir de la escuela o estando en casa. Perpetuar el abuso a través de redes sociales y servicios de mensajería hace que la víctima se sienta expuesta las 24 horas del día, los siete días de la semana, generando aún más sufrimiento e indefensión”, añade.

Los y las menores que son víctimas de bullying tienen 2,23 veces más riesgo de padecer ideaciones suicidas y 2,55 veces más riesgo de realizar intentos de suicido que quienes no lo han sufrido, según un informe de Save the Children. “Si sufres acoso busca alguien que te dé seguridad para pararlo cuanto antes y, llegado el caso denúncialo” es la recomendación para niños/as, adolescentes y jóvenes. Hay que tener en cuenta que este daño puede venir del colegio, de las redes sociales, o de otros entornos como la propia familia.

Los centros educativos deben convertirse en espacios seguros y de prevención. Por otra parte, es positivo que el personal docente haga visibles en los espacios recursos y teléfonos de ayuda, que hable de salud mental, suicidio, drogas, autocuidado, etc., y que genere recursos de apoyo para acompañar física y emocionalmente al alumnado.

Además de la influencia de las redes sociales, de los estándares de belleza, etc., Gª Valverde recuerda cómo el confinamiento y aislamiento vivido con la pandemia del COVID-19 ha afectado a la forma de relacionarse de las nuevas generaciones, “la dificultad para comunicarse, para escuchar genuinamente, para confiar y para buscar apoyo puede desembocar en un sufrimiento y soledad que aboque a la experiencia suicida, en suma con otros factores de riesgo”, apunta la psicóloga.

Establecer una ayuda sólida y eficaz desde las primeras etapas de la vida es primordial, dado que “las experiencias que en estas etapas se produzcan pueden influir en mayor o menor medida en la vida adulta de quien se encuentre en una situación tan compleja”, expone García Valverde. La familia es otro gran punto de apoyo: padres y madres no deben banalizar, despreciar o infravalorar el sufrimiento de su hija o hijo, ni culpabilizarle o compararle con otras personas. En cambio, es recomendable fomentar la comunicación y prestar atención a señales como autolesiones, pérdida de contacto con sus amistades, abandono de aficiones, etc.

Sobre la manera de prevenir los suicidios e intentos de suicidio en la población infantil, adolescente y juvenil, la psicóloga insiste en hablar, hablar y hablar. Hablar abiertamente sobre el suicidio, sobre la salud mental y sobre los autocuidados físicos y psicológicos. Hablar con conocimiento, hablar mucho, informarse mucho. Es importante, para que se dé esta comunicación, el fomentar las habilidades sociales y de resolución de problemas para poder pedir y recibir la ayuda que toda persona merece”.

El sufrimiento que viven una persona está inmersa en ideaciones suicidas es difícil de sostener, tal y como explica Gª Valverde “tras la ideación suicida hay angustia, hay desolación, hay soledad… La persona se siente atrapada en esta situación tan dolorosa, ha intentado buscar alternativas y cambios pero no han surtido el efecto deseado, lo que agrava el pensamiento de que “esto no acabará nunca y no tiene solución”.

 

Reivindicaciones de SALUD MENTAL ESPAÑA

El Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres de SALUD MENTAL ESPAÑA han elaborado un manifiesto en el que reivindican que “es momento de reaccionar, y de devolverle al ser humano un valor que nunca debió abandonar: la dignidad”.

Asimismo, reclaman una “generosa dotación de recursos públicos, para que la línea tres de la Estrategia de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud, de prevención, detección precoz, y atención a la conducta suicida, cumpla con éxito sus objetivos”, la mejora continua en el servicio de la línea telefónica 024 y el impulso de campañas de sensibilización que eliminen mitos e ideas erróneas, con el fin de que las personas con ideaciones rompan el silencio y pidan ayuda.

El manifiesto recuerda que la concienciación de los medios de comunicación es clave para que informen sobre el suicidio de manera clara y responsable; y que hay que poner el foco en la salud mental de las personas más jóvenes e integrar la perspectiva de género en todo lo que se ponga en marcha.

“Tenemos que revertir sin demora la normalización de la violencia y el acoso en las escuelas”, apuntan el Comité y la Red, algo para lo que consideran prioritario desmontar la cultura del éxito y el culto a la imagen, y prevenir las adicciones con o sin sustancia. Desde SALUD MENTAL ESPAÑA se viene reclamando desde hace tiempo la educación emocional desde la infancia, y a lo largo de todas las etapas vitales.

Finalmente, el manifiesto aboga por una sociedad que actúe como “una inmensa red de apoyo, donde descansar del sufrimiento, aliviar nuestros miedos y proyectarnos hacia un horizonte de igualdad, bienestar, y plenitud”.

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